domingo, 19 de abril de 2009

Miro al cielo. No veo tu rostro. el cielo se perpetua en su inmensidad. Busco tu cielo. Amanéceme. Amanéceme pronto.
Te espero, pero en el otro rincón del cielo.
Nuestros silencios se vuelven piedra... y me golpean.

Mis piedras lloran. Lloran mis manos, llora mi sangre, llora mi piel. mis raíces lloran. Llora el manto de la noche que cubre mi sangre.
el tiempo pasa, nos come, nos traga. Las muertes se amontonan en el ropero, y el tiempo pasa, nos come, nos traga.
el tiempo no digiere
Quiero un pedazo de tu luna. Quiero que tu silencio no me aleje del epicentro de tu alma. Quiero desarmar cada pétalo de tu piel. Quiero que mis poros cubran tus ansias de amarme.
El silencio de la noche me llama. Quiere oir mis heridas. la noche, muerta, busca su resurreción en mis heridas. Heridas abiertas, noche, muerte. No dejes que la noche consuma mis heridas. sánalas, antes que mis heridas mueran como la noche.