Hoy soy nada, vacío.
La gente corre en las veredas
frías, sin alma, con los puños cerrados.
Las palomas temen al humano
a ese engendro natural tan egoísta
tan extraño.
Nosotros andamos
sin quitarnos las máscaras
nuestra hipocresía es la mejor defensa
y el dolor es sólo un trofeo de vitrina.
miércoles, 11 de marzo de 2009
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